Dios, Padre misericordioso,
que ha revelado Tu amor
en tu Hijo Jesucristo
y lo ha derramado sobre nosotros
en el Consolador del Espíritu Santo,
hoy te confiamos
el destino del mundo
y de cada hombre.
Inclínate sobre nuestros pecados,
sana nuestra debilidad,
supera todo mal, haz que
todos los habitantes de la tierra
experimenten
tu misericordia,
para que en ti, Dios Uno y Trino,
siempre encuentren
la fuente de la esperanza.
Padre eterno,
por la dolorosa pasión
y resurrección de tu Hijo,
concédenos tu misericordia.
así como el mundo!
Amén.
que ha revelado Tu amor
en tu Hijo Jesucristo
y lo ha derramado sobre nosotros
en el Consolador del Espíritu Santo,
hoy te confiamos
el destino del mundo
y de cada hombre.
Inclínate sobre nuestros pecados,
sana nuestra debilidad,
supera todo mal, haz que
todos los habitantes de la tierra
experimenten
tu misericordia,
para que en ti, Dios Uno y Trino,
siempre encuentren
la fuente de la esperanza.
Padre eterno,
por la dolorosa pasión
y resurrección de tu Hijo,
concédenos tu misericordia.
así como el mundo!
Amén.
Juan Pablo II
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