Oh San Juan Pablo II, siervo fiel de Dios y pastor valiente,
tú que caminaste anunciando la misericordia del Padre y la alegría del Evangelio,
mira con bondad mi petición (aquí se puede decir la intención en silencio).
Intercede por mí ante Cristo Redentor:
que fortalezca mi fe, que ilumine mis decisiones,
que sane mi corazón herido y me dé paz en la dificultad.
Concédeme la gracia de servir con humildad y esperanza,
y enséñame a confiar siempre en la voluntad de Dios.
Por tu ejemplo y tu oración, ayúdame a caminar cada día más cerca de Jesús.
Amén.

No hay comentarios:
Publicar un comentario